Saturday 18 October 2008

Sing to me

May I introduce you to:


Jóga

PS The name is still not for sure, so if you have ideas, let me know

Update: the name is definitely Jóga. For those who don't know, Jóga is a single by Björk. For more info, check the single's site or the Wiki.

Thursday 9 October 2008

La mía o un poquito más

Veo poco la tele por varias razones: es mala, es aburrida, está llena de anuncios y no tengo tiempo. Sin embargo, hay un elemento que me gusta cada vez más. Los creativos y los guionistas tienen mi edad o unos pocos años más y se dedican a hacer anuncios y diálogos con referencias a pelis y otros elementos culturales de mi época, los noventa (un poco con pinzas, ya), y ponene la música del inicio de Reality Bites en anuncios o hablan de Gremlins sin mencionarlos.
Lo raro es que los receptores de estos anuncios suelen ser bastante más jóvenes que yo.
¿Pillan las referencias? No lo creo.

PS Y encima Patricia Conde copia un gag de The Simpsons imitanto a Skinner queriendo escribir la Gran Novela Americana con una historia idéntica a la de la peli de dinosaurios de Spilberg.

Wednesday 8 October 2008

"I'm gonna make it to heaven"

El título de esta entrada es de la canción de Fame, y de fama es de lo que quiero hablar. Especialmente tras los acontecimientos recientes.
Siempre se ha dicho que la gente quiere fama, aunque fuesen sólo
quince minutos (it turns out that the 15 minutes of fame become minutes of shame, as the Family Guy episode). Pues la verdad es que yo no. Nunca he querido o tenido intención de ser famoso. Sí, claro, uno de mis sueños en la vida es que en un libro de texto de lengua o de lingüística haya una nota al pie de página diciendo que yo dije alguna tontería sobre lengua de esas que me molan a mí. Con eso sería suficiente. Y ahora que mi carrera ha dado un giro, si no de 180º, de por lo menos 45º, habría otros modos de realizar este sueño.
En mi visita a Madrid tuvimos tres encuentros con tres famosos de diferente talla. Un actor que no recuerdo cómo se llamaba, el hijo mayor de la Yerbas en Aquí no hay quién viva, entró en el bar donde estábamos tomando unas cervezas, pero yo ni me enteré, me lo tuvieron que decir. Angy, de Factor X y FoQ, pasó por delante de mí. A esta la vi y pensé “este es un momento fans” pero no hice nada, porque no sigo su carrera, no la veo en la tele (si no fuera por The Simpsons no tendría ese canal) y no recordaba su nombre en aquél momento. Estábamos en Fnac y me interesaban más los libros en japo que ella.
Al tercero lo vimos en la calle, tranquilamente caminando por la Gran Vía. Era Almodóvar. Estaba al otro lado del paso de cebra en el que estábamos esperando a que el semáforo nos diera paso. Dije: “Ese es Almodóvar, ¿no? … ¿le pido una foto o algo? … ¡saca la cámara!”. Y me hice la foto (que, por cierto, no tengo aún) con él. Le dije: “Perdona, ¿te importa hacerte una foto conmigo?”, se iba ya y le dije “Puedes decir que no”. Y él aceptó. Me considero fans de sus pelis, aunque no las tengo pero las he visto todas por lo menos un par de veces cada una.

Desde aquí, Pedro, si ves esto, te agradezco muchísimo que te hicieras la foto conmigo. En aquél momento no estabas en un festival ni nada de eso, podrías haber dicho que no pero aceptaste.

[En otro orden de cosas: si yo mido 178 y Almodóvar es cuatro dedos más pequeño que yo, y Antonio Banderas es cuatro dedos más bajo que Almodóvar (como pudimos ver en las imágenes de el festival de Donostia), y Estambul está más o menos aquí, entonces podemos decir que Antonio Banderas debe unos 165 cm.]

Algunos de los que os paseáis por aquí me habéis visto en conciertos a metros de mis cantantes favoritos y, por lo tanto, sabéis que me pongo Super Pop total cuando se acerca el momento. Pero es que es el ambiente, como cuando vas al campo o al pub a ver futbol.

Reitero, no me interesa la fama. No querría ni por asomo tener que escapar de un paparazzo, o que me llamasen de programas de esos que la gente mira los viernes por la noche y no sólo porque el presentador es guapo. Sigo teniendo un poco de fe en la humanidad y pienso que vale más el cerebro que otra cosa.
Pero es que he pensado bastante en ello. Tras los encuentros en Madriz y tras ver a un amigo ganar un premio. Y, también, al saber que un escritor que me gusta sabe que tengo miedo a volar. Me abruma la fama, en cualquier dirección. Y, aunque ensaye el discurso de recibimiento de un Oscar o un Grammy que sé que nunca llegará, no me atrae la idea de pertenecer al papel cuché.

Escuchando a espaldamaceta