Friday 29 June 2007

"Sí, sí... pero... valió la pena"

"Si volviera a nacer volvería a querer ser homosexual y no heterosexual".

Estas frases las ha dicho un chico en el programa que acaban de hacer en Cuatro, Callejeros: orgullo, centrado en el tema de 'salir del armario'. Y cuando lo he oído de qué no me pongo a llorar, porque me ha traído muchas memorias. "¿Lo pasaste mal?" le había preguntado el reportero. Se me hace un nudo en el estómago al repetir las palabras.

Yo también lo pasé mal (ya pasan de las doce pero yo a seguir hablando de mariquitas). En el cole me tenían martirizado. Mariquita, maricón. No me gusta el fúngol, pero eso no tiene nada que ver. Jugaba a las medias, y eso sí que era casi un síntoma, síntoma de hortera, porque mira que... aunque al menos era algún tipo de deporte. Pero eso sí, tenía un amigo. Uno, porque lo demás eran chicas. Un chico con el que pasé toda mi infancia. Justo hasta llegar al insti, donde nos distanciamos, por varios motivos.
En el insti me volvieron a tocar los cojoncillos. Al menos inventaron nuevos insultos. Julay, sarasa, julandrón. Crispín Klander no ayudó nada, ni tampoco Galliano apareciendo en mi libro de texto. Pero tampoco hicieron nada los profesores. Nada de nada. Porque ni cuando me insultaban delante de un profesor hicieron nada.
Pero bueno, con medio camino de pubertad hecho, llegué a trancas y barrancas a 1999. Y entonces me dieron mi primer beso. El beso y todo lo demás, porque con diecisiete años tenía tantas ganas que en ocho días ya hice todo lo que debí hacer. Y mi primer novio me duró cuatro meses. Muchos besos desde aquí, t'estimo, ja ho saps. Y hoy es uno de mis mejores amigos.
A nadie de mi familia le dije que tenía novio. Por varias razones. Una, que tenía doce año más que yo y la primera semana juntos fue, técnicamente, contra la ley. Dos, porque era un amigo de mi hermana la mayor de toda la vida y ni siquiera él había salido aún del armario. Pero cuando ya lo dejamos se lo conté a mi hermana, casi quemando la casa, porque se me ocurrió contárselo mientras ella se bañaba y yo cocinaba, con el aceite en la sartén, y yo en pura conversación profunda.
Después vino el tiempo de mi hermana, la menor de ellas, que lo que me dijo cuando se lo dije fue "Y, ¿duele?". Serás perra, y bollera, aunque entonces no lo sabías.
Mi hermano tardó un poco, porque no estaba en la ciudad, pero fue un tema más bien que se obvió y no se discutió hasta que mi madre me pilló con un chico en casa (en la cama no, por suerte, fumos rápidos). Le dije, "Me voy a llevarle a la estación" y al volver ella me preguntó si ése era el chico del que estaba enamorado. Le dije que sí, pero no era cierto, porque no lo estaba, sólo hacíamos el tonto. Me dejó al poco porque me veía más como amigo, sin embargo poco se supo tras aquello. El caso es que mi madre, que iba de progre y enrollada, de haber votado comunistas y ser verde, y todas esas cosas, va y me viene con historias opuestas. Enviando a mi hermano para convencerme de que me pasara al lado oscuro. "Preocupada" por si me partían la cara. Vah!
El caso es que durante esta época, fue cuando, out of a sudden, dejaron de molestarme. Fíjate que me empecé a teñir el pelo y todo cambió. No, no es que tuviera canas, sino que me lo teñí de azul y a partir de entonces me empezaron a mirar cono otros ojos. Como a friqui, sí, pero respetable. La gente me conocía. Gente que yo no conocía me conocía. Y aún es así. Pero bueno, no es para vacilar. Además, me empezaron a sacar novias. No lo podrían haber hecho cuando me hubiera ido bien, no, lo tenían que hacer cuando yo ya estaba con las puertas del armario wide open y dejando que la gente (♂) entrara y saliera. Fíjate que un inocente beso entre amigos se convirtió en una relación estable, que ni ella ni yo desmentimos. Et trobo a faltar.
Durante un tiempo me lo estuve pasando bien. Con mis pelitos de punta de colores, mis pantalones de tela de paracaídas y bailando techno con ese cuerpito que tenía entonces, y poniéndolos a todos a ... bueno... no es para exagerar. Nada, que I was whoreing around un poquito.
Luego me fui a Londres y ahí hay algo de laguna que sigue durando, pero por medio mi padre me vino a ver y ni siquiera tuvimos la conversación, simplemente le presenté a la laguna esa y fuimos a cenar. Mi hermana le había dicho que si sabía que yo era gay, él dijo que era viejo pero no tonto y se pusieron a hablar de fúngol.
Y así más o menos fue mi salida del armario. Nunca más lo he escondido. No es que sea toda mi vida, pero sí es parte de ella. Una parte importante. No le doy más importancia de la que un heterosexual le da a su heterosexualidad. No digo "Oye, yo.... hm... es que... soy gay" ni "PORQUE QUE SEPAS QUE YO SOY GAY, Y ORGULLOSO DE ELLO". Sólo digo, "Porque mi novio/ex-novio" oh, simplemente, "Jopelines, qué bueno está ese tío".
Y nada, pues eso, que sí, lo pasé mal, a ratos, los más. Pero no me puedo quejar. Los hombres somos todos tontos, por eso he decidido hacerme lesbiana, o monja, o algo. Pero me alegro mucho de ser mariquita. Estoy orgulloso de ello, incluso hoy.

6 comments:

Cvalda said...

¡Qué historia! No me extraña que exista un día del Orgullo Gay,porque con lo mal que teneis que pasarlo hasta que la gente lo reconoce, vosotros os sentis agusto con vosotros mismos y demás...¡Buf! En cierto modo puedo entender a tu madre, no porque esté de acuerdo con sus motivos ocultos, sino porque toda madre quiere que sus hijos no tengan una vida complicada, y como hay tanto retrógado por ahí...:S Pero bueno, tú ya llevas avanzada la mayor parte del camino ;)

Por cierto, pensé que eso de jugar a las medias era jugar a se ladrón xD

coque said...

uff, qué duro.
por suete has salido más que bien.

yo he tenido suerte en ese sentido. en el colegio era marginado, pero no por ser el "mariquita".
y a partir del primer año de instituto la aceptación por la gente fue total por amigos, compañeras de clase, familia.

Superflicka said...

¿Qué decir? Me has dejado atontada con tu texto. A-ton-ta-di-ta. Lo que más me flipa es que no pareces tener ningún rencor. Te admiro ;)

Yo lo de las medias tpco lo entiendo... (Y el "jopelines" ése me ha dolido en el alma)

Habibi said...

Cvalda: Yo espero con ilusión el día que el día del orgullo no exista. Y tenemos que dar garacias a Dios nuestro Señor porque vivimos en España.
Medias, juas, juas. (lee más abajo)

Gatchan: de echo en el insti uno de los 'nerds' de la clase me dijo que yo era raro, se basaba en que no me gusta el futbol, veo documentales, leo libros, etc. y él llevaba camisas de framela y tops de esos con rombos.

Superflicka: no, no tengo rencor, porque no hace falta tenerlo. Porque el odio y el rencor son estúpidos. gracias :P
Re medias: ah, claro, que vosotras le llamáis elásticos, o gomas.
Re jopelines, referencia al último anuncio de mediamarkt.

Vulcano Lover said...

El otro día hablaba precísamente con Gatchan de este tema, y de cómo han cambiado las cosas en elgunos añós, pero coincidíamos en que en las escuelas y en los institutos la verdad es que aún hay mucha homofobia. Pero es verdad que por ejemplo en mi generación la gente salió del armario (por lo gneeral) mucho más tarde.
Me identifico mucho con Gatchan en lo que dice... La verdad que yo tampoco me sentí demasiado discriminado por marica... es que mi discriminación era por muchas otras cosas (me imagino que muchas muy parecidas a las de él, es decir, por ser simplemente diferente a la mayoría, en casi todo) así que no sé si es que yo mezclaba todo o qué, pero yo me sentía marginal por ser diferente y no por ser gay... Aún me pasa (lo de sentirme un poco margin por no ser como los demás) Pero ahora me da absolutamente igual.
El orgullo significa estar a gusto con lo que uno es en la vida, lo cual significa estar en el camino que uno quiere estar...
Besos, y gracias por tus comentarios

Habibi said...

Ayer hablábamos de esto con unos amigos. Todos nos hemos trabajado o trabajamos de monitores con niños pequeños. Coincidimos todos en que cada vez es más fácil, cada vez hay menos intolerancia en las escuelas. Pero la que queda, siempre, es culpa de los padres. Aunque los profes se tapan los ojos.
No creo que el orgullo significa eso, porque estar agusto contigo mismo es algo bastante difícil, viendo como está la gente. Yo lo estoy, en casitodos los aspectos. Pero siempre queda algo, como a todo el mundo (no hablo de la homosexualidad) y ese es el significado de la vida.
Besos a ti tambien, y gracias muchas.