Recuerdo hace muchos años que el President Pujol, en un discurso, usó la palabra "crispación". Yo no la había oído nunca hasta la fecha –debía tener unos diez o doce años– y recuerdo cómo esa palabra se empezó a oír por todos lados.
Entonces ya me sorprendió. ¿Había sido esta palabra usada con total normalidad antes de que el President la usara pero yo no me había dado cuenta? O, por el contrario, ¿al haberla usado el President, al que se le hizo mofa, se empezó a usar hasta hoy mismo en que el Señor Rajoy la usa? No he llegado a ninguna conclusión sobre estas preguntas, pero las líneas que van a seguir no intentarán buscar las pruebas.
El caso es que muchas veces me he dado cuenta que una persona de mi entorno (sobretodo mi ex) usaba de repente una palabra que no había usado nunca. Está bien (nos comunicábamos en un idioma que no era el de ninguno de los dos), aprender nuevas palabras, ya sea en tu lengua materna o en la que estás estudiando, pero es que él lo hacía hasta la saciedad. Y cuando yo le decía, "ah, ahora que has aprendido esta palabra" (de la peli que vimos el otro día, por ejemplo) "¿vas a dejar de usarla algún día?, que te estás poniendo pesadito, ¡jolín!" él negaba que fuera así, aducía que siempre había conocido la palabra. No digo que no, es posible, pero antes no la usaba. ¿Lo hacía ahora porqué –al verlo en uno de los mass media– era IN? Tampoco lo sé, nunca lo reconoció.
Nunca me han preguntado si uso una palabra porqué la acabe de aprender. Si fuera así, no lo negaría. De hecho, muchas veces, me he dicho: "oh, me gusta esta palabra, voy a empezar a usarla", incluso en público (que luego lo haga ya es otra cosa).
El caso es que esto tiene algo que ver con un comment que le dejé a Winde el otro día sobre la Inteligencia Universal.
¿A qué viene esto? Pues que últimamente me da la sensación que los únicos temas que hay en el mundo son: el Estatut de Catalunya (con sus variantes del catalán, los catalanes y Catalunya); ETA (tregua, historia, Euskadi, Euskal Herria, el euskera); el reciclaje (papel, aceite usado, los pañales de Fernandito, el envoltorio del tabaco); y algunos más. Por supuesto el sexo, el matrimonio gay, los derechos de los GLBT, Bush y sus cagadas, Bush y el petróleo, Bush y las bombas, y algunos más.
El caso es que, sí, todos estos temas están constantemente en las noticias, que vemos todos y luego hablamos de ellas. Por eso me pregunto, ¿han estado allí siempre?, ¿desde cuándo están?, ¿hasta cuándo estarán?
Casi me da la sensación de estar viviendo en las carnes de Winston Smith, de la novela Nineteen Eighty-Four. ¿Es real todo lo que vemos, lo que vivimos? A veces pienso que no. Es como un macabro sueño en el que Rajoy y Zapatero son amigos y cuando se reunieron éste martes sólo hablaron de cuál iba a ser el próximo paso, que se dijeron "Nos ha salido bien, ¿no?". Un sueño en que nada existe, todo es una realidad transparente que nos hacen creer. Catalunya no existe, por lo tanto no hay Estatut. Simplemente estamos sujetos a una idea preconcebida de lo que es la vida en realidad. Pero es mentira, no es eso. Nos lo hacen creer.
Bueno, mi paranoia sobre el Gran Hermano acaba aquí. Los que podéis leer catalán mirar éste post. Habla de la libertad de expresión y relata la historia de Escándalo Faurisson, sobre la negación del Holocausto. No estoy diciendo que no sea verdad pero, ¿y si no lo fuera? ¿Qué pasaría entonces? Por mucho que la gran mayoría de los que conocen (no me refiero sólo a los que estuvieron sino también a los que han leído algún libro de historia) lo que allí pasó afirmen que pasó, no significa que pasara de verdad. Para apoyar mi teoría, sólo diré una frase que todos conocéis de dónde y de quién proviene:
El caso es que muchas veces me he dado cuenta que una persona de mi entorno (sobretodo mi ex) usaba de repente una palabra que no había usado nunca. Está bien (nos comunicábamos en un idioma que no era el de ninguno de los dos), aprender nuevas palabras, ya sea en tu lengua materna o en la que estás estudiando, pero es que él lo hacía hasta la saciedad. Y cuando yo le decía, "ah, ahora que has aprendido esta palabra" (de la peli que vimos el otro día, por ejemplo) "¿vas a dejar de usarla algún día?, que te estás poniendo pesadito, ¡jolín!" él negaba que fuera así, aducía que siempre había conocido la palabra. No digo que no, es posible, pero antes no la usaba. ¿Lo hacía ahora porqué –al verlo en uno de los mass media– era IN? Tampoco lo sé, nunca lo reconoció.
Nunca me han preguntado si uso una palabra porqué la acabe de aprender. Si fuera así, no lo negaría. De hecho, muchas veces, me he dicho: "oh, me gusta esta palabra, voy a empezar a usarla", incluso en público (que luego lo haga ya es otra cosa).
El caso es que esto tiene algo que ver con un comment que le dejé a Winde el otro día sobre la Inteligencia Universal.
¿A qué viene esto? Pues que últimamente me da la sensación que los únicos temas que hay en el mundo son: el Estatut de Catalunya (con sus variantes del catalán, los catalanes y Catalunya); ETA (tregua, historia, Euskadi, Euskal Herria, el euskera); el reciclaje (papel, aceite usado, los pañales de Fernandito, el envoltorio del tabaco); y algunos más. Por supuesto el sexo, el matrimonio gay, los derechos de los GLBT, Bush y sus cagadas, Bush y el petróleo, Bush y las bombas, y algunos más.
El caso es que, sí, todos estos temas están constantemente en las noticias, que vemos todos y luego hablamos de ellas. Por eso me pregunto, ¿han estado allí siempre?, ¿desde cuándo están?, ¿hasta cuándo estarán?
Casi me da la sensación de estar viviendo en las carnes de Winston Smith, de la novela Nineteen Eighty-Four. ¿Es real todo lo que vemos, lo que vivimos? A veces pienso que no. Es como un macabro sueño en el que Rajoy y Zapatero son amigos y cuando se reunieron éste martes sólo hablaron de cuál iba a ser el próximo paso, que se dijeron "Nos ha salido bien, ¿no?". Un sueño en que nada existe, todo es una realidad transparente que nos hacen creer. Catalunya no existe, por lo tanto no hay Estatut. Simplemente estamos sujetos a una idea preconcebida de lo que es la vida en realidad. Pero es mentira, no es eso. Nos lo hacen creer.
Bueno, mi paranoia sobre el Gran Hermano acaba aquí. Los que podéis leer catalán mirar éste post. Habla de la libertad de expresión y relata la historia de Escándalo Faurisson, sobre la negación del Holocausto. No estoy diciendo que no sea verdad pero, ¿y si no lo fuera? ¿Qué pasaría entonces? Por mucho que la gran mayoría de los que conocen (no me refiero sólo a los que estuvieron sino también a los que han leído algún libro de historia) lo que allí pasó afirmen que pasó, no significa que pasara de verdad. Para apoyar mi teoría, sólo diré una frase que todos conocéis de dónde y de quién proviene:
"Y, sin embargo, se mueve."