Friday 2 February 2007

Planeta sin luz

Como muchos sabréis, ayer noche (evening, vespre... me falta esta palabra) media Europa apagó las luces durante cinco minutos. Yo me sumé a esta "tregua" que le "dimos" a La Tierra y, un poquito antes de las 19:55 hora española, bajé los plomos. En el correo electrónico que yo había recibido hablaban de apagar las luces, no los fusibles. Pero yo pensé, ¿y qué pasa con la nevera? Si está encendida 24/7, y a hora, en esta "tregua" no la paro, nada cambia. Lo único que iba a cambiar era la la luz de la sala y el ordenador. Pero, ¿y el teléfono?, ¿el calentador?, ¿el agua (porque la bomba que hay en mi edificio es eléctrica)?, y un largo etcétera de pequeñas cositas que tenemos enchufadas por todas partes que, aunque no las estemos usadas, tienen la luz de StandBy encendida. La tele, por ejemplo, que apagamos por el mando en vez de por el botón, y eso que la tipa de Fairy nos dijo que nos ahorrábamos un 10% o algo así. O la TDT, que parece que no se me apaga nunca o el DVD. Y así, hasta el fin.
Pues eso, que bajé los plomos. Y salí al balcón a mirar. Mis vecinos parece que no se enteraron. Los de justo delante quizás sí, pero no estoy seguro ya que la luz de la cocina seguía encendida, quizás sólo apagaron la luz de la sala como hacemos por costumbre cuando vemos la tele, aunque es malísimo para nuestros ojos.
París, Barcelona, Madrid... luces apagadas en los monumentos importantes. La torre Eiffel apagada, todo un sobresalto. Pero sólo fue unos minutos.
¿Y ahora qué? ¿Nos sentamos de nuevo en nuestros sofás sintéticos con las luces encendidas y sonreímos pensando, "Vaya, he salvado al mundo y sólo he tardado cinco minutos"?
Ya he hablado varias veces sobre ecología (1, 2, 3, 4, ±5), y sí, me considero un ecoFreak. Lo reciclo todo, lo reuso todo y lo reduzco todo. Cuando voy al super llevo mis propias bolsas (que siempre llevo conmigo) y los del super ya me conocen y no me embolsan la compra. Soy un friqui, sí.
El caso es que yo me pregunto ¿qué ha cambiado? Nada.
Pero otra vez veo como "el hombre" se piensa que es el amo y señor de este mundo tanto como para destruirlo como para salvarlo. Decimos "Oh, estamos matando a La Tierra" y alguien contesta "Tenemos que salvar nuestro planeta". No es nuestro, darlingas. La Tierra es de ella misma. Una amiga que es bióloga me dijo una vez: si la tierra quisiera acabar con nosotros lo podría hacer un un [chasquido de dedos]". Y tiene razón. ¿Por qué creemos que la tierra va a destruirse? ¿A caso no es posible que se genere otra vida tras nuestra muerte? ¿No "fuimos generados" tras la muerte de los reptiles-grandes? Osea, imaginemos, los casquetes polares se disuelven y nos morimos todos (en contra de lo que Kevin Costner creería) y, de repente, de las miles de especies que existen debajo de la superficie acuática, que tienen una vida mucho más intensa de lo que pensamos (porque, como siempre, pensamos que si no caminan por donde nosotros caminamos no son merecedores de nuestra atención), surge una nueva "sociedad" de entes pensantes. Digamos los tiburones, que son el depredador que está en la punta de la pirámide, más o menos. O no, quizás todo, o casi todo muere (las cucarachas podrían sobrevivir una vez más) y surje una nueva especie y dentro de miles de años verán nuestros restos e intentarán dilucidar como era nuestra sociedad. O quizás las cucarachas mismas serán las que gobiernen La Tierra.
Pero nosotros seguimos pensando que somos el centro de este universo y que nada puede pasar sin que nosotros intervengamos. Nos morimos todos y la vida sigue, te digo.
Así que, lo que nos queda ahora, es alargar "nuestra agonía" como lo hacen los médicos, porque salvar no vamos a salvar nada si Nuestra Madre Tierra no quiere ser salvada o está hasta el moño de nosotros. Un par de tsunamis, una glaciación y ala, todos muertos.
De momento, como Ricardo Castella, le encuentro la buena noticia a todo: yo me voy pronto a Londres que, de aquí nada, tendrá clima Mediterráneo y, si me apuras, playa y todo. Ya estoy en trámites para comprarme una casita en primera línea de mar – en Lleida.

Un domingo de 2003, cuando todavía vivía en Londres, leí un artículo en el EPS sobre la contaminación lumínica en las Islas Canarias. ¿Por qué no empezamos por ahí?

4 comments:

coque said...

pues yo no me sumé al "llamamiento", porque no comparto ese tipo de forma de actuación. tampoco voy a manifestaciones [ni a las del orgullo, terrorismo, guerra o demás].

eso sí, reutilizo, separo para reciclar, apago luces y stand-by's, y estoy en proceso de cambiar las bombillas por otras de bajo consumo.

pero de las grandes actuaciones se tienen que ocupar otros, que para eso les voto y les pago.

comparto el razonamiento de tu amiga la bióloga.

creo q el considerarnos algo más que animales es un simple sistema para dar mayor sentido al hecho de que estamos perdidos en esta esquinita del universo, y somos conscientes de ello.

Habibi said...

El problema, como siempre, es que al final todo tiene que ser hecho a través de la fuerza: obligaciones, leyes... sino, la gente pasa de todo. Es una pena. Bueno, ya lo dije cuando hablé de la anarquía, no hacemos nada por los demás, sólo pensamos en nosotros mismos. Cuando le digo a mi padre que recicle no le pido que lo haga por mí, sino por mis nietos, para demostrar que no es para nosotros que tenemos que mejorar nuestras actuaciones.

Cvalda said...

Muy de acuerdo en todo; en mi casa también bajamos los plomos, aunque cinco minutos no significan nada. Si queremos ser "ecoresponsables" (o cualquiera de los términos chorras que se le ocurren a aquellos que más podrían ayudar pero que no hacen nada ) hay que trabajar por ello en nuestro día a día,y,como tú dices,aunque no sea por nosotros,sino por todos los que vienen detrás.

Habibi said...

Exacto Cvalda.
Aunque he estado pensando y los cinco minutos han hecho bastante. "Hempos" salido en los medios, que es lo importante. En Catalunya, en los noventa, teníamos en TVC/3 a El Capità Enciam (El Capitán Lechuga) que nos enseñó muchísimio sobre ecología. Decía siempre una verdad como un templo: "Els petits canvis són poderosos" (Los pequeños cambios son poderosos).

Gracias, Catherine.